¿Vagos o Perfeccionistas?¿Holgazanes o Anancásticos
En este momento quizás debería estar estudiando, haciendo algún informe o
repasando el temario del año pasado para refrescar conocimientos; pero prefiero
escribir libremente esta reflexión, sin exigencias ni presiones, dedicar
ese tiempo que quizás debería emplear para tareas que en un momento o en otro
no me quedará más remedio de realizar, pero como siempre decimos… ya
lo haré mañana, esta forma de pensar/actuar es la procrastinación.
Si se habla de procrastinación no todo el mundo se sentirá identificado con
este vocablo, pero en cambio si cito este refrán tan típico del refranero
español “no dejes para mañana lo que
puedes hacer hoy” imagino que muchos de los lectores se
sentirán no sólo identificados sino que gran parte de ellos podrían echarse las
manos a la cabeza pensando en las veces que postergaron una tarea más o menos
sencilla y se dedicaron a actividades más placenteras y llevaderas con tal de
no enfrentarse a esa tarea en aquel momento. Este fenómeno deaplazar o
eludir momentos que nos resultan incómodos o sencillamente poco gratificantes
se llama procrastinación.
Es conveniente considerar a esta acción como una conducta de
evitación y que a través del autoengaño es cómo
justificamos el salir a dar un paseo, el encender la televisión para ver
cualquier programa, el abrir el email cada minuto, el conectarse a las redes
sociales, el escribir esta reflexión… con tal de no afrontar la tarea o la
actividad que debemos / tenemos que realizar.
Es conveniente considerar el riesgo del abandono temporal de la
tarea, este riesgo consiste en entrar en la espiral improductiva de
la procrastinación que termina en elabandono definitivo de la misma
y por tanto nos conduce irreductiblemente al fracaso y/o a la fuga
de energía.
¿Qué tipo de gente procrastina?
¿Vagos o perfeccionistas?¿Holgazanes o anancásticos?.
No podemos negar que la holgazanería y la vagancia están íntimamente
relacionadas con postergar tareas, pero hemos de aclarar que este tipo de
personas no sólo pospone las tareas sino que en múltiples ocasiones jamás llega
a realizarla o enfrentarse a ella.
Según algunas teorías que últimamente están apareciendo en este campo, no
es la gente holgazana, vaga y perezosa la que posterga, sino que detrás de la
procrastinación hay un exceso de perfeccionismo, ya que son
las tareas que para nosotros tienen más importancia y en las que deseamos un
óptimo y preciso rendimiento aquellas que más demoramos.
Esto es lo que explica Piers Steel, investigador de la
Universidad de Calgary, con su fórmula de la teoría de la motivación
temporal, que, según asegura, explica la procrastinación: U=EV/ID, dónde U
es la Utilidad de la tarea una vez realizada, y su valor es proporcional al
producto de las Expectativas (E) por el Valor que le concedemos a terminar el
trabajo (V), e inversamente proporcional a la Inmediatez o Impulsividad (I) y a
la sensibilidad de cada persona a la Demora (D) o a los retrasos.
Para poner punto y final a este artículo me gustaría citar a John Perry,
conocido ensayista y teórico de “La procrastinación estructurada” que trata
con mucha ironía este tema y anima a teñir el autoengaño de un forma
productiva:
“Para conseguir grandes resultados, trabaja siempre en algo importante,
usándolo como forma de evitar hacer algo que sea aún más importante.”